Mucho se ha escrito en los últimos meses acerca del último borrador del real decreto de autoconsumo publicado por el Ministro Soria, y que aparentemente quedará aprobado antes del final de la legislatura.
En cualquier caso, y partiendo del supuesto de que el borrador se aprobará – y más que probablemente se derogará pasados algunos meses, como consecuencia de un cambio de gobierno tras las próximas generales, como esperamos TODAS las empresas y empleados del sector fotovoltaico en España – en mi modesta opinión, no deberíamos centrar exclusivamente todos nuestros esfuerzos en denunciar la ilegalidad e incoherencia del futuro Real Decreto de autoconsumo.
Digo esto, por que como en muchas otras industrias, el éxito a nivel de innovación tecnológica no solo se sustenta en el viabilidad legislativa de la implantación de la misma, sino también, en otros pilares que resultan fundamentales a la hora de acelerar su adopción por parte de la masa crítica.
Cualquier producto innovador, previo a su adopción por parte de la gran masa de usuarios, debe pasar por diferentes etapas del ciclo de adopción, hasta que el mercado de forma secuencial, acepta, adopta y percibe los beneficios asociados a la utilización del nuevo producto:
Figura 1: Ciclo de adopción de nuevas tecnologías.
1.INNOVADORES: Son los primeros en adoptar la nueva tecnología, bien por necesidad imperiosa o por su incontenible deseo de ser siempre los primeros en probar cualquier innovación tecnológica.
Desafortunadamente, el nuevo producto o tecnología no sobrevivirá si no es capaz de llegar al siguiente grupo de usuarios, los visionarios o primeros seguidores.
2. VISIONARIOS O PRIMEROS SEGUIDORES: Son aquellas personas que adoptan una tecnología o producto cuando entienden que su uso puede ser beneficioso para su negocio o comunidad, aunque el producto técnicamente no ofrezca el 100% de sus beneficios, el coste de la tecnología sea aún elevado, o existan otros riesgos relacionados con el uso de la misma. Están dispuestos a gastar recursos si el producto soluciona un problema u ofrece claros beneficios en el largo plazo.
Aquí es donde nos encontramos en este momento a nivel global en relación a la adopción, implantación y utilización de la energía solar fotovoltaica.
3. PRAGMÁTICOS O MAYORIA PRECOZ: Es la masa crítica y puede representar hasta un 50% de la cuota de mercado. Este grupo espera un producto totalmente testeado y desarrollado. Este es el punto crítico donde un producto se convierte en un estándar y se adopta por parte de la mayoría. Este grupo necesita comprobar que el producto funciona, además de esperar que el precio este en línea con los beneficios percibidos en el corto plazo, y resulte fácilmente asequible.
4.CONSERVADORES O MAYORIA TARDIA: Son similares a los pragmáticos, pero más tradicionales y desconfiados y solo adoptan el producto cuando, su precio es muy bajo y además está completamente adoptado por la mayoría de usuarios.
5.ESCÉPTICOS O REZAGADOS: Son muy continuistas, y generalmente basas sus decisiones en experiencias pasadas, por tanto, estos usuarios quizás nunca adopten el producto a no ser que sean forzados a hacerlo.
Por tanto, dado el momento crítico en el que nos encontramos en relación al ciclo de adopción de la fotovoltaica, no debemos olvidar que, más allá de que el borrador del Sr. Soria se apruebe o no, la gran masa de posibles usuarios no están preocupados por lo incongruente del borrador (la realidad, es que la gran mayoría de usuarios finales no conocen ni de su existencia), sino más bien por los 3 puntos siguientes:
- Coste de la tecnología (precio de la solución)
- Facilidad de compra (asequibilidad y capacidad de financiación)
- Facilidad de uso (sencillez de instalación y uso)
En relación al primer punto, un real decreto puede ciertamente incentivar o penalizar el coste de la tecnología y el precio de la solución final, pero no es el único criterio a la hora de decidir si auto-consumir o no; la facilidad de compra y capacidad de financiación resulta fundamental a la hora de llegar a la gran masa social, así como la facilidad de uso e instalación, con productos que el usuario final pueda instalar y configurar él mismo.
Ahí es donde, desafortunadamente y si nada cambia, las eléctricas tienen muchas posibilidades de perder la batalla del borrador, pero GANAR LA GUERRA DEL AUTOCONSUMO, ya que tienen la capacidad de:
- Concentrar volumen de compra (y por tanto reducir el coste/precio de la solución)
- Financiar la instalación en cómodos plazos, incluidos en la factura de la luz.
- Facilitar el servicio de instalación, mantenimiento y uso, ofreciendo un servicio integrado y sin molestias para el usuario final, que por otra parte, no deja de ser un cliente cautivo de alguna de las grandes eléctricas ahora mismo.
Es ahí donde existen oportunidades reales para añadir valor a la gran masa de potenciales auto-consumidores. Si realmente queremos que el autoconsumo sea la opción preferida de la mayoría, lo tenemos que hacer de forma eficiente, asequible y fácil de entender, instalar y usar para todo el mundo.
Cuando eso pase – y estoy seguro que pasará – nadie, ni siquiera el Gobierno – tendrá capacidad para detenernos, pero aún nos faltan algunos pasos para llegar a ese punto.
Jordi Alemany. Director General